Diego Lorenzana | 14/02/2019
Emprendedor joven, con ideas y con mucha ilusión. Durante muchos años, este había sido el paradigma del emprendimiento. Sin embargo, desde hace unos años, se viene registrando una tendencia cada vez más consolidada: crecen los autónomos de más de 55 años, desterrando la idea de que el colectivo perteneciente a estas edades era inempleable.
En concreto, en los últimos seis años, según la información recogida por el blog Autónomos y Emprendedor.es con datos de las afiliaciones al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), el colectivo de mayores de 55 años se ha incrementado un 11,58%, aumentando en 55.459 profesionales, alcanzando el máximo histórico de 534.381.
Pero, ¿es realmente vocacional o lo hacen por necesidad? Si bien no existe una respuesta única a esta pregunta, lo cierto es que los trabajadores mayores de 55 años tienen cada vez más cualificación, lo que les abre más puertas que en épocas pretéritas. Así lo afirman al menos algunos de los representantes de las principales asociaciones de autónomos.
UPTA, por ejemplo, asegura que «estamos ante un cambio del modelo de trabajo que viene precedido por la búsqueda de perfiles de alta cualificación, y de forma más intensa en profesiones liberales y colegiados». De hecho, los epígrafes que más han crecido han sido los de información y comunicación (+6,14%), sectores profesionales (+5,06%) o actividades sanitarias (+4,42%). Valentín Bote, director de Randstad Research, aludió a esta misma causa en un comunicado “(los mayores de 45 años) cuentan con un nivel de cualificación cada vez más elevado”.
En general, parece que el cambio de tendencia responde más a un cambio en el modelo de negocio de los mayores que a pura necesidad. Además, es una buena noticia para las arcas públicas de la Seguridad Social, ya que estos profesionales cotizan por una base más alta, bien por obligatoriedad o bien porque su jubilación está más cercana (el 75% cotiza por la base mínima, por el 86% del total del colectivo).
Las tornas, por tanto, han cambiado. Emprender en edades más avanzadas se ha convertido en una opción voluntaria en la que se conjugan varios factores: la experiencia, contar con recursos económicos suficientes para sacar adelante el proyecto y hacer de tu profesión un hobby.
Fuente: Pymes y autonomos
