Para emprender, las prisas no son buenas consejeras

Resulta inaudito comprobar cómo después de un periodo de plazo en apertura para la presentación de solicitudes de ayuda más o menos razonable (hablamos del 16 de febrero), llueven presentaciones durante los últimos días.

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Los españoles somos seres de costumbres y esperamos al último día para presentar, de una forma más que precipitada cualquier solicitud de ayuda que se precie.

No debería ser así. Los proyectos deben gestarse de forma gradual, sin precipitaciones de ningún tipo, sabiendo muy bien lo que se hace y a lo que a uno le obliga una ayuda o subvención.

No teniendo claro en qué se va a invertir, ni siquiera si nos van a dar la financiación o no y mucho menos si no sabemos por qué idea de negocio nos vamos a decantar, es muy difícil que las cosas salgan bien. Calma, debemos pensar con tranquilidad.

Nos encantan los emprendedores que vienen, preguntan, meditan y tienen claras las cosas. “No llego, no voy a pedir la ayuda” o “Todavía es pronto, espero a la segunda convocatoria”.

Me crispan “los últimos días de plazo”. Siempre viene alguna persona con prisas, como un elefante en una cacharrería, reclamando la atención para que le ayudemos en algo que todavía está por brotar (y no digamos ya por florecer), pero que el caso es pedir una solicitud de ayuda. Y la pedimos y después llegan los problemas.

Cuando alguien llega con esas aceleraciones lo mejor es mostrarle dónde está el freno de mano. En los centros de atención de EmprendeRioja te ayudaremos a solicitar tu ayuda en tiempo, sin excesos de velocidad, siendo consciente de lo que has pedido y a qué tipo de obligaciones estás sujeto.

No tenses la cuerda y déjate asesorar por Emprende Rioja. Queremos proyectos de calidad y para eso las prisas no son buenas compañeras.

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