Modelo de Innovación Europeo vs Modelo USA de Innovación

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(Foto: Freepik)

A finales de noviembre de 2016 se publicaron dos informes muy relevantes sobre la situación de la I+D:

Ambos se refieren a las cifras de inversión en I+D en el año 2015, y el primero de ellos afirma en su prólogo: …”History teaches us that such investment -in scientific and technological progress- and such a commitment to discovery, leads to prosperity”…

Las previsiones de crecimiento global de la I+D en 2016 son del 3,5%. Asia concentra en el 2015 el 42% de la inversión mundial en I+D, y China se consolida como potencia en ciencia y tecnología.

EE.UU sigue siendo el primer país inversor en I+D y China, el segundo -China casi iguala a la UE en su conjunto en las previsiones de 2016-.

El ranking de las inversiones por sectores en EE.UU viene encabezado por el sector de la biotecnología y se prevé una intensificación en el sector de automoción, sujeto a importantes cambios.

China es en este momento la gran potencia emergente en innovación: lidera ya en el mundo el ámbito de publicaciones científicas en inteligencia artificial. El gigante asiático triplica las patentes anuales de EE.UU o Japón. Este país alberga los más potentes supercomputadores del mundo.

España es el único país de la UE en el que el porcentaje de inversión respecto al PIB disminuyó en 2015, alcanzando un nivel del 1,22 % respecto al PIB (I+D/PIB), a pesar de que el valor absoluto de la I+D aumenta un 2,7% -la economía, por tanto, creció más que proporcionalmente a la inversión en I+D: nuestra actividad es poco intensa en tecnología-

En un sistema de innovación sano el 70% del esfuerzo en I+D debería proceder de la actividad empresarial. En España supone el 45%. Podemos deducir, por tanto, las siguientes conclusiones:

  • La estructura industrial española sigue siendo extremadamente pobre en tecnología.
  • Las políticas públicas de promoción del I+D no generan las inversiones privadas equivalentes.

¿Qué reflexión podemos realizar ante estos datos?.

Una de ellas es que quizás sea necesario revisar el modelo de innovación en España. Durante los últimos 10 años hemos tratado de aplicar el modelo americano al contexto europeo.

El modelo americano se caracteriza por la combinación de mercados financieros muy eficientes, excelentes universidades y compra pública de tecnología. De este modelo resulta la eclosión de potentes clústeres de alta tecnología, start ups, famosos emprendedores -Silicon Valley-, universidades de élite investigadora y dominio de sectores relacionados con la defensa y la carrera espacial.

Pero este modelo está en crisis. No distribuye sus aplicaciones ni su riqueza de forma transversal a todos los sectores, sino que los centra en unos focos con alto potencial de crecimiento: en algunas universidades -que aparecen en los primeros rankings internacionales-, en algunas empresas -principalmente digitales- y algunos sectores muy especializados. En este escenario los sectores tradicionales -por ejemplo, el cinturón industrial de la zona de los Grandes Lagos- pierden millones de empleos, generando masas de población que votan opciones radicales.

Nuestro ejemplo debería ser el de Alemania, que dispone de un excelente sistema de innovación centrado en la pequeña y mediana empresa.

El sistema alemán crea cadenas de valor y conocimiento centradas en tecnificar y en hacer más competitiva su industria. Los doctores de las universidades alemanas son muy apreciados en la industria. El nivel de producción en manufactura, de exportación de tecnología y los salarios en Alemania son superiores a los de EE.UU.

El modelo estadounidense descansa en las startups, el alemán lo hace en la industria y en la formación técnica -el sistema de formación dual en empresas es de origen alemán-.

El primero se está revelando como poco redistributivo, el segundo es el secreto de la mayor potencia exportadora y generadora de empleo de Europa.

¿Qué modelo te convence más?…

¡En Emprenderioja reflexionamos contigo!….

Fuente: Blog Innovación 6.0 Xavier Ferras