El Gobierno contempla nuevas prestaciones en su última propuesta, pero a cambio les sube 20 euros al mes la cuota que pagan a la Seguridad Social.
Lucía Palacios | 10/11/2018
Los autónomos están en un momento de cambio. Esto es algo de lo que este colectivo es muy consciente y por eso afronta el futuro con bastante incertidumbre. Y es que lo que parece claro es que el próximo año tendrán que asumir de forma generalizada una subida de las cuotas de cotización a la Seguridad Social, aunque aquellos que tengan unos ingresos por debajo del salario mínimo recibirán «un tratamiento especial», beneficiándose de deducciones. A cambio de este «esfuerzo» que el Ejecutivo admite tendrá que hacer la mayoría, obtendrían mejoras en sus prestaciones. Concretamente, se les duplicaría el periodo de tiempo por cese de actividad(el ‘paro’ de los autónomos) y quedarían exentos de la cuota a partir del tercer mes de acogerse a una baja, entre otras medidas.
La última propuesta del Gobierno, que les hizo llegar esta misma semana, contempla elevar su base mínima de cotización según la subida que registre la inflación en el mes de noviembre, que es precisamente la que se utilizaba también para la revalorización de las pensiones. En octubre los precios subieron un 2,2%, por lo que parece más que probable que el IPC del undécimo mes del año se sitúe en el entorno del 2%. De ser así, la base mínima de los autónomos aumentaría por encima de los 950 euros mensuales, frente a los actuales 932,7 euros. Pero no solo subiría la base mínima -que no lo haría así con el 22,3% de alza del salario mínimo, como es lo habitual-, sino que la propuesta que les presentó el Ministerio de Trabajo a las principales asociaciones de este colectivo pasa también por incrementar 1,6 puntos los tipos de cotización, de forma que supongan el 31,4% de la base. Esto significa que la cuota que pasarán a pagar a la Seguridad Social aumentará unos 20 euros al mes (dependería del dato final de la inflación) para situarse en el entorno de los 300 euros, frente a los 278 euros actuales.
Generalizar las contingencias
La idea del Ejecutivo es generalizar todas las contingencias, puesto que en la actualidad el cese de actividad, las contingencias profesionales o de formación profesional tienen carácter voluntario para la mayor parte del colectivo. De esta manera, el 31,4% de cuota se fraccionaría de la siguiente manera, todas con carácter obligatorio: un 26,3% para pagar las pensiones (similar al del Régimen General), un 2% para la incapacidad por enfermedad común (también semejante al de los asalariados), un 2% por contingencias profesionales (0,6 puntos inferior al del Régimen General), un 1% por cese de actividad (mucho más bajo que la cotización de entre el 7% y el 8% por desempleo) y un 0,1% por formación profesional (muy inferior también a la que pagan los trabajadores por cuenta ajena), tal y como se recoge en el borrador de propuesta presentada por el Ministerio y al que ha tenido acceso este periódico.
Se trata de un planteamiento muy similar al que hizo unos días antes la asociación UPTA, que se mostró a favor de mantener la actual base mínima pero incrementar los tipos hasta el 31,9%, de forma que la cuota aumentaría 18,89 euros al mes hasta los 297 euros. ATA, por su parte, no acepta una subida que sea superior a los 40 euros al año.
Entre las medidas que maneja el Ejecutivo para mejorar la prestación de los autónomos está la de duplicar los periodos de tiempo por cese de actividad (en la actualidad el máximo es de un año, frente a los dos años del desempleo) y que, en el caso de que se denieguen (algo que le ocurre a más de la mitad), se cree un procedimiento extrajudicial para que se les pueda reconocer. A su vez, el Gobierno accede a una de las principales reivindicaciones de este colectivo: no pagar la cuota de la Seguridad Social cuando estén de baja, aunque establece que sea a partir del tercer mes. Desde UPTA rechazan este plazo y exigen al Ejecutivo que la bonificación sea «sí o sí» a partir del segundo mes.
Fuente: La Rioja