Deloitte
La implantación de buenas prácticas de gobierno corporativo puede ser un importante motor en la creación de valor de las empresas. Los principales estudios del sector indican que aquellas compañías con sólidos sistemas de gobierno suelen dar mejores resultados financieros que sus competidores. En un momento en el que la entrada de nuevos inversores y de capital extranjero es imprescindible para el crecimiento de las empresas y la creación de empleo, los mecanismos para aumentar la transparencia sobre los procesos internos y órganos de gobierno de las compañías son más necesarios que nunca.
Beneficios directos que implica incorporar normas de gobierno corporativo
1. Acceso a la financiación
Una de las funciones del gobierno corporativo es regular las relaciones entre los principales órganos de gobierno de la sociedad: consejo de administración, accionistas y dirección ejecutiva. La incorporación de mecanismos de control y participación de los accionistas, así como la profesionalización del consejo de administración favorece las gestión responsable de la compañía, así como el establecimiento de objetivos que busquen un crecimiento sostenible a largo plazo.
Esto genera una mayor confianza en el mercado y concretamente entre los inversores, que prefieren depositar sus activos en empresas que demuestren tener un sólido gobierno corporativo. Según indica la literatura del sector, los grandes inversores internacionales le dan una gran importancia a la estructura del consejo de administración y sus comisiones. En total, 9 de cada 10 es partidario de que la mitad de los consejos sean independientes, y para el 66 %, los independientes no deben superar los 12 años en el puesto.
2. Generación de valor
Las empresas que siguen códigos de buen gobierno suelen llevar una administración más eficiente, una mejor aprovechamiento de los recursos y una políticas laborales más justas, lo que redunda en una mayor competitividad y desempeño financiero.
Un buen gobierno corporativo aumenta la rentabilidad de las empresas y su valor dentro del mercado, haciéndola más atractivas y posicionándolas mejor que a sus competidores.
3. Gestión de riesgos
Las norma de gobierno corporativo buscan equilibrar los intereses tanto de la compañía como de los accionistas, buscando el crecimiento sostenible de las empresas en el largo plazo. Esto permite que los consejos de administración vayan adaptando los objetivos empresariales en función de las necesidades que platean los negocios y mercados en los que opera el grupo.
De este modo las empresas adquieren estructuras de gestión más sólidas, en las que la toma de decisiones es más ágil y efectiva, y están más preparadas ante cualquier eventualidad económica tanto a nivel nacional como internacional.
4. Creación de sinergias
Las buenas prácticas de gobierno corporativo buscan el crecimiento sostenible de las empresas y su presencia en el mercado a largo plazo, lo que atrae el interés no solo de los inversores, sino también del resto de stakeholders. El hecho de que el objetivo empresarial de una empresa esté asociado a valores o que sea un sitio deseado para trabajar, aumenta el valor de la misma en cuanto a su reputación entre los proveedores, clientes, empleados y sociedad civil general.
Esto permite la creación de sinergia más interesantes, en mejores condiciones y por un mayor espacio de tiempo entre la compañías y los diferentes grupos de interés, garantizando la estabilidad de esta y su proyección en el mercado.
5. Beneficios para la economía nacional
Es responsabilidad de todo el tejido empresarial de un país generar riqueza y oportunidades, y contribuir al desarrollo de una sociedad mejor y más justa. La buenas prácticas de gobierno corporativo aumenta los niveles de transparencia de las empresas revelando su verdadero impacto social.
En general, la incorporación de buenas prácticas de gobierno corporativo aumentan la confianza de los inversores y la entrada de capital extranjero en el país ayudando a la recuperación y estabilización financiera. En definitiva, el buen gobierno de las empresas es el fundamento del buen funcionamiento de los mercados y contribuye a favorecer el crecimiento y la creación de empleo dentro de la sociedad.
La importancia de la estructura de gobierno de las empresas
Hace unos años era una aspecto que apenas tenía relevancia para los inversores, hoy en día se considera un factor clave para decidir en qué compañía invertir. Un 51 % considera este aspecto entre importante y muy importante mientras que un 28 % lo considera algo importante.
Así se ha comprendido también desde los poderes públicos. Sin duda las empresas son un elemento importante en la transformación y progreso de la sociedad. Existe una clara relación entre los buenos resultados agregados de una economía y la correcta gestión del conjunto de las sociedades que operan en un país. Esto ha generado que en los últimos años, desde los organismos reguladores se hayan puesto en marcha una serie de normativas y códigos de buenas prácticas que, en definitiva, buscan fomentar un equilibrio entre los intereses de las compañías y de la sociedad en general.
Los consejos de administración de las grandes corporaciones no se han quedado atrás. Conscientes de que el 80 % del valor de las empresas son intangibles como la reputación o la responsabilidad social, han desarrollado sus propias normativas internas en gobierno corporativo, dotando de este modo de mayor autoridad a los consejos de administración e introduciendo dentro de los órganos de gobiernos asesores y consejeros externos que garanticen las sostenibilidad del proyecto empresarial a largo plazo.
Hoy en día disponer de estructuras sólidas de control y gobierno, junto con una cultura de transparencia y accesibilidad de la información, se ha convertido en un factor clave de competitividad y una oportunidad para ganar la confianza del mercado. Esto, además, aumenta el impacto positivo de las empresas, que no solo son capaces de llevar a cabo un correcto desempeño financiero, sino también de generar riqueza en su entorno y estabilidad en los mercados.
Fuente: Deloitte