Es indudable que la Tecnología hoy en día está presente en todos los aspectos de nuestra vida, y qué duda cabe que también se ha convertido en una herramienta de valor para muchos negocios.
Desde el punto de vista industrial, tanto la ropa y como el calzado que llevamos, han sido diseñados con software de patronaje en 3D, cortados por máquinas controladas por autómatas; los alimentos que consumimos procesados en cadenas de producción que controlan la calidad y la corrección de todo el proceso y la trazabilidad alimentaria.
Pero es en el propio día a día donde quizás menos notemos su influencia, por su uso de carácter cotidiano, pero más nos haya influido en los últimos años, con la aparición de internet, la web, el correo electrónico, la telefonía móvil, los smartphones, las redes sociales, el auge del comercio electrónico, y de la mensajería instantánea, en definitiva, del mundo digital. En pocos años la tecnología, ha cambiado nuestra manera de relacionarnos, de trabajar, de comprar y en definitiva, de vivir. Es éste cambio el que más puede dividir a nuestra sociedad, tal como se habla ya de la brecha digital y de cómo nos divide socialmente la tecnología entre quiénes la saben manejar o han nacido en un mundo en el que ya existía (los llamados nativos digitales), y quiénes no han tenido la oportunidad de aprender a desenvolverse en este nuevo paradigma.
Es importante que nos concienciemos y formemos a toda nuestra sociedad en el uso adecuado y responsable de la sociedad de la información, especialmente de aquellos colectivos más vulnerables, como son la tercera edad y los jóvenes, puesto que el uso de esta tecnología conlleva grandes beneficios (como la telemedicina para la tercera edad) pero también responsabilidades (el uso de las redes sociales en los jóvenes). Asimismo, tal es el avance tecnológico de nuestra sociedad que aquellos que están más al margen de ella, los delincuentes han encontrado en el mundo digital un nuevo nicho muy lucrativo, y así proliferan el correo basura, los virus que infectan, secuestran el ordenador o roban información, la propia identidad, o las contraseñas, toda una nueva gama de delitos, delitos de los que debemos estar informados y para los que no estamos suficientemente preparados.
¿Y dónde estamos? No hace falta consultar a los grandes analistas de tendencias como Gartner, para darnos cuenta de que comenzamos a ver cómo los dispositivos integran toda nuestra información para que podamos acceder a ella en cualquier momento y a través de cualquier dispositivo, desde el ordenador, el móvil, la Tablet, hasta incluso el reloj.
Empezamos a vislumbrar la revolución de la impresión 3D, estamos empezando a fabricar prótesis a medida de cada persona, piezas de reemplazo para el transbordador espacial en el propio espacio, piezas industriales difíciles de fabricar por los métodos industriales actuales, o incluso motores o edificios, pero aún dista mucho de lo que veremos en años futuros, cuando llegue al segmento de gran consumo.
Asistimos también al principio de la era del internet de las cosas, en el que todo estará conectado y nos dará información en tiempo real, donde seguramente una de las tendencias por llegar en los años venideros será la conexión del automóvil a internet para proporcionarnos de toda clase de información; o la llegada de los automóviles inteligentes, que conducirán por sí solos y que evitarán los errores humanos, y ya veremos si también los fallos de software y bugs de programación. Este internet de las cosas también revolucionará sectores como los wearables, o dispositivos que llevamos encima integrados en prendas o complementos, haciendo cotidianos elementos como los relojes inteligentes, las gafas con realidad aumentada o dispositivos que tomen medidas médicas de nuestro cuerpo como pulsaciones, pasos, índices de glucemia, entre otros, que se comunicarán entre nosotros u otros dispositivos como sensores de presencia en nuestra casa, cerraduras inteligentes, o sistemas de seguridad.
El avance tecnológico es una de las características que nos distinguen como humanos, y que mejora nuestra existencia, por lo tanto merece el esfuerzo y apoyo de todos.