Cuando emprendemos hemos de presentar nuestra idea de negocio ante posibles inversores, socios, clientes, instituciones o entidades financieras.
En dicha tesitura debemos tener en cuenta, además del “qué”, el “cómo”.
El contenido es importante. Los expertos recomiendan presentaciones breves -18 minutos máximo-, centradas en lo esencial, en la ventaja competitiva de nuestro negocio, en lo más valorado por el cliente u otro posible interlocutor.
Respecto al “cómo” nos enfrentamos a las dos caras de una misma moneda: a) vencer un posible miedo a hablar en público y b) conseguir que nuestra presentación sea exitosa.
La preparación de nuestro discurso disminuirá el temor ante la presentación. La elaboración de un claro esquema, los ensayos, el control de los tiempos y la visualización positiva de la situación nos ayudarán en este proceso. Si Rafael Nadal necesita entrenar antes de cada uno de sus partidos, nosotros también debemos prepararnos nuestras presentaciones, aunque seamos expertos en la materia.
¿Qué herramientas nos pueden ayudar a realizar presentaciones exitosas?.
Team Training Consulting ha desarrollado una aplicación, Chiara, basada en realidad virtual para aprender a hablar en público. Se trata de un proceso de coaching interactivo que nos devuelve un feed-back sobre la calidad de nuestra presentación, respecto a nuestro lenguaje, modulación de voz, conexión visual con el público, etc.
Las presentaciones TED -Technology Entertainment and Design- siempre son un buen modelo. Estas conferencias se organizan bajo el lema “ideas dignas de ser difundidas” y suelen ser muy apasionadas y de calidad. Se pueden localizar realizando búsquedas por temas.
Controlar el lenguaje no verbal también es relevante. Sonreír, mirar a los ojos, abrir el cuerpo, mostrar nuestras manos, y controlar nuestra voz siempre son buenas recomendaciones.
Las tarjetas donde se recogen las ideas fundamentales de forma abreviada y gráfica constituyen otra herramienta de apoyo.
¿Deseamos arrancar el aplauso? En este aspecto es relevante el cierre de nuestro discurso. El final de nuestra presentación es el momento en el que volvemos a contar con la atención plena de nuestro público. Es el momento de utilizar una metáfora, de hacer una confidencia personal, de conectar emocionalmente con nuestro público, de repetir un título, slogan o cita. También son buenos recursos la motivación o la llamada a la acción.
Ejemplos de discursos motivantes:
- John Keating, profesor de literatura en el Club de los Poetas Muertos, instando a sus alumnos a que cada uno de ellos encuentre su propio camino, a defender sus propias convicciones. Vídeo.
- Discurso de William Wallace previo a la batalla de Stirling, en Braveheart. Vídeo.
- Ryan Bringhman en “Up in the Air” preguntando a un empleado que va a ser despedido: ¿cuánto te pagaron por renunciar a tus sueños? Vídeo.
Hasta aquí las recomendaciones. Ahora, lo más importante: conectar en las presentaciones con nosotros mismos, con nuestra esencia y pasión. Independientemente de las reglas y recomendaciones, debemos ser fieles a nuestro estilo. De esa forma, nuestra exposición fluirá…
¡En Emprenderioja te ayudamos a preparar tus presentaciones!