El pasado 17 de Diciembre de 2014 Barack Obama, Presidente de los EE.UU, anunció el inicio de conversaciones para restablecer relaciones diplomáticas con Cuba, así como una serie de medidas para facilitar los viajes y el comercio con la isla. “A fin de cuentas –declaró solemnemente– los últimos 50 años han demostrado que el aislamiento no ha funcionado. Ha llegado la hora de un nuevo enfoque”.
Se abren canales comerciales y financieros (las instituciones financieras de EE.UU pueden abrir ya cuentas en bancos cubanos) para que fluyan también las ideas que precipiten cambios.
Raúl Castro informó simultáneamente de estos cambios al pueblo Cubano. En el ámbito diplomático se destaca el papel crucial desempeñado por el Papa Francisco en este acercamiento.
Ante este nuevo escenario, la UE toma posiciones en un intento de crear un marco para poder influir en el futuro de la isla, y cómo no poder aprovechar las oportunidades que ese futuro conlleva. En los últimos meses Cuba ha recibido las visitas de diputados y altos funcionarios de Bruselas y resaltamos que, en Octubre de 2014 acogió la del Secretario de Estado de Exteriores del Gobierno Británico, Mr. Hugo Swire. Hacía más de 10 años que un miembro del Gobierno del Reino Unido no viajaba a la Isla. El ministro de Asuntos Exteriores español, D. José Manuel García-Margallo hizo lo propio en Noviembre de 2014, y ya en 2015, del 13-16 de Abril está previsto que el Secretario de Estado de Comercio del Gobierno de España, D. Jaime García- Legaz Ponce, viaje a La Habana acompañado de una delegación institucional y empresarial.
Y es que España “deshoja ahora la margarita en Cuba”.
El año 2013 supuso un record en los intercambios comerciales España-Cuba, alcanzando los 1.000 millones de Euros. España exportó a Cuba mercancías por valor de 800 millones de euros e importó de la Isla 200 millones. Durante años España ha sido el principal proveedor de este país, siendo ahora el tercero después de Venezuela y China.
Los principales agentes de este éxito han sido las pymes españolas, siendo una asignatura pendiente que las grandes empresas españolas entren en la isla.
El pasado mes de Junio de 2014 el Gobierno de Raúl Castro promulgó la nueva Ley de Inversión Extranjera en Cuba, detallando posteriormente en Noviembre una cartera de inversiones que supone una inyección de 8.000 millones de euros en 246 proyectos en 11 sectores prioritarios de las áreas agrícola y forestal; la industria alimentaria; energía y minas; industria azucarera, la sideromecánica, ligera, química y electrónica; industria farmacéutica y biotecnológica; comercio mayorista; salud, construcción, turismo y transporte. Todo ello favorece el interés de los inversores y empresas españoles.
Interés que no es de ahora: firmas españolas cuentan con 228 sucursales en la isla y 32 operan en empresas mixtas (en 2011 eran 45 sucursales en total).
Las cadenas hoteleras españolas desembarcaron en Cuba hace ya décadas y gestionan el 90% de las camas hoteleras disponibles en el país.
Pero no sólo el turismo ofrece oportunidad en este país. El mercado alimenticio también es clave. Así lo indica Xulio Fontech, Presidente de la Asociación de Empresarios Españoles en Cuba (AEEC), única asociación de empresarios extranjeros que existe en la isla. También el embajador de Cuba en España, Eugenio Martínez recordaba hace poco que su país importa 2.000 millones de dólares anuales en alimentos. “Mil millones se podrían generar en Cuba”…
Uno de los proyectos más ambiciosos puestos en marcha en el país es la denominada Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM) -465 kilómetros cuadrados a 50 kilómetros de La Habana-, donde se construirá infraestructura asociada a la actividad industrial y la generación de energía fotovoltaica y de otras fuentes renovables: Firmas de más de 36 países han presentado ya sus propuestas para las adjudicaciones que se deriven del mismo.
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