En este artículo os vamos a hablar hoy de la importancia del precio, y cómo su fijación es un factor crítico a la hora de la puesta en marcha de un negocio.
Muchas veces cuando estamos asesorando y preguntamos al asesorado sobre la política de precios, su respuesta es “¿qué política?”,” yo voy a vender a 30 porque mi competencia vende a 32…”y con esa respuesta hay que tener mucho, pero que mucho, ¡cuidado!.
Un emprendedor no puede basar toda su política de precios en vender más barato que la competencia… Esa política de fijación de precios está basada en un factor más emocional que racional. El emprendedor muchas veces teme vender al precio que cuesta…es una cuestión que a los que asesoramos nos parece totalmente ilógica, porque el emprendedor debe vender al precio que cuesta y más (¿y si no, para qué emprende?, su objetivo entre otros será el de ganar dinero ¿no?), y debe conseguir que el cliente sepa desde el principio que el producto o servicio que ofrece vale eso, independientemente de políticas de promoción o descuentos que se puedan hacer al lanzamiento. El error de vender “barato”, es un error más común de lo que parece, y a la larga puede generar un círculo vicioso, porque además por lo general el cliente asocia el precio bajo a poco valor, por lo que la percepción que conseguimos en el cliente no siempre es la que deseamos cuando iniciamos el negocio.
Todo emprendedor debe realizar un análisis exhaustivo del precio. Ahora bien, si el emprendedor cree que solo puede hacerse un nicho de mercado ofertando el mismo producto a un precio más bajo, el análisis del precio va a ser tan crítico que al final será el que nos determine si nuestra idea es viable o no. En primer lugar para realizar un buen análisis del precio, hay que analizar minuciosamente todos los costes (tanto los fijos como los variables) y a partir de ahí establecer un margen que nos permita soportar esos gastos. Si no hacemos este análisis previo y ponemos el precio sin tener en cuenta los costes propios es fácil que caigamos en el error de vender por debajo de nuestras posibilidades y en tal caso…no estaremos haciendo otra cosa que perder dinero. De poco nos va a servir facturar mucho, porque ofreciendo precios bajos es relativamente fácil vender, si luego con el margen que obtenemos no podemos hacer frente a nuestros costes. Si realizado el análisis correctamente al final vemos que el precio que tengo que aplicar es igual o superior al de mi competencia…igual lo que debemos plantearnos es que no tenemos negocio (si es que seguimos pensando que para conseguir nicho de mercado nos hace falta ofrecer lo mismo a un precio menor…), o que quizás nuestro negocio esté en ofrecer algo diferente a lo que la competencia oferta en este momento, o en conseguir que nuestros clientes perciban que nosotros no ofrecemos lo mismo.
Y como veis…amigos…aquí hablamos de percepción…y la percepción del cliente es algo que tiene mucho que ver con el Marketing, y es por eso que el estudio de la variable del Precio es una cuestión más a abordar en nuestro Plan de Marketing.
Hemos de destacar que también es un error bastante frecuente entre los emprendedores entender que el Marketing es única y exclusivamente la publicidad, cuando el Marketing engloba más cuestiones, y entre otras, la estrategia de precios, que es lo que estamos abordando en el artículo de hoy, ya que de la fijación del precio no solo vamos a obtener una rentabilidad “X” si no que de la fijación del precio, proyectaremos una imagen perceptible y clara de lo que somos a medio y largo plazo. Por lo que solo nos queda aconsejaros que invirtáis un tiempo adecuado en reflexionar que política de precios queréis aplicar, ya que es uno de los factores críticos que hay que tener en cuenta a la hora de abordar nuestro Plan de Empresa.
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