Nadie dijo que emprender fuera fácil. Iniciar un proyecto propio, convertirte en amo de tu propio negocio, convertir aquella idea lejana en algo tangible… Pero a veces, sobretodo en los momentos iniciales del proceso, la situación económica se empeña en darnos con la realidad en las narices y nos pone un poco más intrincado nuestro camino al sueño emprendedor.
Una de las dificultades que se encuentra el emprendedor primerizo es la obtención de financiación, un auténtico retopara los emprendedores que empiezan su primer proyecto y en el que parece que se deben centrar todos sus esfuerzos. Buscar un inversor, pedir un crédito… Otra de las formas de financiación es, curiosamente, hacerlo con poco o nada de capital y sólo con recursos propios. Es el bootstrapping, una alternativa a la financiación convencional, como el capital riesgo, que demuestra que emprender sin dinero es posible.
Bootstrapping es un término especialmente adecuado para el emprendedor: en inglés, “bootstrap” son las cintas que se incorporan en la parte superior de un zapato y que facilitan calzárselo uno mismo. Así, la pregunta que se hace un emprendedor de dónde saldrá el dinero para iniciar un proyecto, se responde de la misma manera cuándo uno se plantea calzarse una bota: ¡pues yo mismo!
Financiarse con los recursos propios es una de las formas más habituales, no nos engañemos, a causa de las dificultades para acceder a las vías de préstamo. Eso no quiere decir que el proyecto no tenga futuro, al contrario: el bootstrapping es una gran oportunidad para dar valor a la idea de tu empresa.
Como toda vía de financiación, el bootstrapping tiene sus pros y sus contras. Entre los inconvenientes, empezar sin una inversión inicial puede limitar tu crecimiento inmediato y dificultar algunas operaciones. En cambio, financiándote sólo con tus recursos, no acumulas deudas desde un principio, manteniendo el control absoluto porqué no cuentas con las interferencias de un socio que aporta capital y reduces el riesgo.
¿Cómo hacer viable tu sueño emprendedor a low cost?
Las particularidades del bootstrapping conllevan emprender de un modo poco convencional, y si ya de por si un emprendedor debería estar abierto a nuevas posibilidades, en este caso más. Para ayudar un poco al que inicie y quiera plantearse la no-financiación externa, ofrecemos una serie de consejos para hacer viable el bootstrapping con el buen destino de una empresa.
– Apasiónate
Parece una obviedad, pero ten en cuenta que iniciar un proyecto sólo con tus recursos es emocionalmente duro. Para ello, lo mejor es tenerlo claro, creer firmemente en ti y en tu empresa y convencerte que lo que lleva al éxito no es un buen financiamiento sino una buena idea.
– Ofrece servicios y no productos
Adapta tus pretensiones iniciales en la medida de lo posible. Pongamos por ejemplo que tu sueño emprendedor es abrir un gimnasio para personas de la tercera edad. Un buen proyecto, pero con muchos gastos iniciales. Local, acondicionamiento, material… En vez de ofrecer este “producto“, vende tus “servicios” como monitor y desplázate por las residencias haciendo clases de gimnasia. Emprendes casi a coste cero.
– El cliente es lo más importante
Piensa que lo más importante en un proyecto de estas características son los clientes. Ellos son tus únicos “recursos” externos y tus principales “inversores”. No a nivel de capital, pero si a como promotores de tu empresa.
– Reinvierte todos tus recursos en tu negocio
No pienses en obtener beneficios inicialmente. Emprender sin inversión implica invertir principalmente en tu propia empresa y aplicar tus ventas como vía de financiación. Por eso, céntrate en el flujo de efectivo, no en la rentabilidad.
– Piensa global y actúa local
En definitiva, sé glocal. Pero de una manera muy acentuada. Empieza a pequeña escala y suple tus carencias financieras con un conocimiento local. Si tu idea es buena, tu proyecto tendrá continuidad, no lo dudes, pero al principio reduce las expectativas y proyecta tu empresa de una manera escalable (de abajo a arriba).
– Aprende, pero a low cost
Emprender significa aprender constantemente, pero si lo haces sin dinero implica que también debes formarte en low cost. Aprovecha los recursos gratuitos que ofrece la red y no desperdicies nunca la ayuda de nadie.
– Arriésgate: sé conservador
Emprender sin dinero implica mayor libertad para actuar, pero no tienes mucho margen a la improvisación. Para ello, piensa siempre en lo peor que te puede pasar para asegurar tu inversión. Es mejor que tu empresa vaya mejor de lo que esperabas que no al revés. No se trata de ser pesimista, sino de estar preparado.
Si estas pensando en iniciar tu proyecto, adelante, lánzate por él. Si dispones de un trabajo y unos ingresos regulares, el bootstraping es una gran opción para iniciar tu sueño emprendedor, sin demasiado riesgo financiero. Olvídate que el dinero garantiza el éxito y que emprender sólo con recursos propios no significa que no puedas ofrecer un buen producto. Emprender no esta reñido con no tener capital, solo debes utilizar el sentido común.
Fuente: IDaccion