EmprendeRioja | 20/12/19
Captación de clientes. Es necesario cuantificar muy bien los gastos en los que incurrimos cada vez que atendemos a un cliente: qué me cuesta cada fracción de hora de asesoramiento, cuánto gasto en cada visita, en cada desplazamiento, el número de llamadas, el coste medio por llamada, lo que me cuesta tener mi mercancía en la calle…
Logística. Hay muchas tiendas online que no cuantifican correctamente el gasto logístico porque calculan mal el número de envíos mensuales. De manera que, a lo mejor has estimado el coste de tus transportes urgentes en tres euros y con esta variable has fijado el precio de tu mercancía, pero por no alcanzar el mínimo estipulado al final, te sube cada envío a 7,5 euros. Así te has cargado el margen de cada producto, ya que no puedes modificar el precio marcado. Haz muy bien las cuentas que influyen en la fijación del precio para no cometer este tipo de errores y, si no lo ves claro, establece precios variables en función del servicio, de manera que si quieren una entrega urgente, puedas trasladar parte del coste al cliente.
Asesorías/gestorías. Además del error habitual ya mencionado de no contabilizar los gastos de contar con expertos en determinadas áreas, otro error típico asociado con esta partida es imputarle unos costes muy bajos. A veces hablan de 50 o 75 euros al mes porque han pedido presupuestos por Internet y piensan que eso es lo que les va a costar, pero luego sube más porque los despachos más completos son caros y están más cerca de los 200 o incluso los 400 euros al mes. Esta partida es importante si tienes previsto llegar a dar entrada en tu accionariado a un business angel o a un venture capital, porque en este caso lo que te exigirán es que todo esté organizado.
Modernización tecnológica. La obsolescencia en la maquinaria puede repercutir tanto en la velocidad de fabricación como en la calidad, lo que a la postre implica un mayor coste, ya que vamos a ralentizar la producción y podemos incurrir en costes ocultos del tipo de maquinaria que gasta más energía, más agua, contamina más… y fabrica más lento. Si a ello unes el riesgo de que tu competencia aborde estas modernizaciones, el daño es mayor porque implica el coste de oportunidad de quedarte desfasado.
Desidia y deslealtad. En parte está relacionado con el apartado anterior, pero va más allá del mal uso o conservación del equipamiento. Englobaría todos aquellos costes relacionados con la dejadez y el despilfarro de energía, tanto de la luz como del agua. También podríamos incluir los pequeños hurtos en las empresas, desde el material de papelería de la compañía que acaba completando el surtido escolar de los más pequeños hasta esos euros de más con los que se engordan tiques de comidas con clientes, de transporte y demás. Según el estudio Para entender el hurto de los empleados, de Vyan Consultores, el 90% de los empleados reconocen haber estado involucrados alguna vez en un acto deshonesto con la compañía. Se calcula que las pérdidas por este concepto alcanzan el 1,30%.
El local. Cuando alquilas un local es necesario que revises muy bien las cláusulas del contrato para negociar con el propietario qué gastos te corresponden a ti y cuáles no. Evitarás sorpresas de última hora. Lo normal es que tú asumas todos los relacionados con los suministros, más tasas del tipo de las basuras. De manera que si, por ejemplo, lo alquilamos por 600 euros, tenemos que sumarle los gastos de electricidad, agua, teléfono y basura todos los meses. El IBI o los gastos de la comunidad son partidas que se negocian, con lo cual es difícil que se conviertan en costes ocultos.
Fuente: Emprendedores
https://www.emprendedores.es/gestion/a45136/gastos-ocultos-creacion-empresa/