5 ejemplos de emprendedores en un sector de mucho futuro

La sociedad actual está organizada en torno a la tecnología y las personas mayores se tienen que acostumbrar a vivir en un mundo digital que no dominan.

 Aitana Prieto | 07/09/2018
Joyners. Multiplataforma de asistencia domiciliaria

“La tecnología está cambiando el mundo a mejor, sin duda, y nos sorprendía como no se estaba aplicando de un modo masivo para ayudar a paliar un gran reto de país como es el drástico envejecimiento de la población y su consiguiente atención”, reconoce Oriol de Pablo Morató, cofundador y CEO de Joyners, una multiplataforma (app, web y API) que proporciona asistencia a domicilio a los ancianos.

Siempre con la mente puesta en la tecnología (“trabajarla bien te aporta una extrema agilidad operativa”), asegura que uno de los puntos fuertes de su negocio es precisamente la aplicación de tecnología on-demand de modelos de negocio two-sided-market a la atención a la dependencia. Algo que atrae mucho a los familiares de los mayores, que son quienes principalmente se ponen en contacto con ellos para contratar sus servicios (practican mucho el inbound marketing, aunque se reconocen sorprendidos por el gran alcance del boca a boca generado por el ecosistema socio-sanitario). Al igual que se asombran de la cantidad de público senior que utiliza su app. “Tendemos a pensar que gente mayor y tecnología no encajan, pero las generaciones están cambiando. Los baby boomers tempranos son más tech savvy [“conocedores de la tecnología”] de lo que creemos”, defiende.

Gracias a algunos business angels y algún pequeño fondo en el accionariado están pudiendo llevar adelante este negocio, formado por 12 personas (mitad hombre y mitad mujeres), todos con estudios universitarios y con 28 años de media. Y el proyecto está siendo de lo más rentable: a cierre de 2017 ya superó una facturación de un millón de euros y en 2018 tienen prevista su expansión internacional.

Tinnwork. App REDDiary: app y agenda física para la tercera edad

Su objetivo es facilitar el uso del teléfono móvil a la tercera edad o las personas con discapacidades. Su creadora es Tinnwork, a cuyo frente se encuentra Francisco Boto, fundador y CEO de esta empresa que pretende dar apoyo tecnológico a ideas “para ayudar a mejorar la sociedad”. “Tratamos de acercar la tecnología a colectivos con mayor vulnerabilidad. Si las nuevas tecnologías no son accesibles generaremos nuevas brechas, injusticia y exclusión social”, confiesa este emprendedor.

Bajo esta premisa, el equipo de Boto desarrolló REDDiary, que además de simplificar el uso del móvil, ofrece otras funciones para que las personas mayores puedan estar igual de conectadas que las jóvenes “y sin añadir complejidad”, como leer noticias, consultar el tiempo tener un calendario. Además, es personalizable y no requiere un terminal específico, simplemente que disponga de tecnología NFC. “Aporta seguridad y claridad a los usuarios, evitando además que puedan ‘perderse’ por menús de opciones u otras aplicaciones”, asegura Boto.

Para dar a conocer su producto, han apostado como principal método de difusión y distribución por acuerdos y convenios con entidades de discapacidad y tercera edad a nivel nacional “y en un futuro a nivel internacional”. Porque, a pesar de que Tinnwork sea una empresa pequeña, apenas ha requerido inversión inicial y no ha necesitado de préstamos para financiarse, lo que le ha permitido ser viable económica y financieramente desde el primer año de funcionamiento. Y Boto es optimista de cara al futuro: “Se prevé un crecimiento gradual (nacional, internacional) y una escalabilidad tanto económica como social. El valor social implementado es también una forma de proyección y valor a largo plazo de la empresa, y que consigue mayor efecto de viabilidad empresarial”, reconoce.

Neki. Dispositivos GPS intregrados en la ropa

Accesorios del día a día, como son los relojes, cinturones, monederos, colgantes y llaveros, han sido escogidos por Neki para esconder en su interior un localizador GPS y así dar mayor seguridad y autonomía a los ancianos y evitar que se puedan desorientar y perder. Aunque en un principio se orientaron al público infantil, a recomendación de sus usuarios se dieron cuenta de la perfecta aplicación que tenía su producto entre la tercera edad: “Desde que lanzamos la versión para mayores Nock Senior, hemos crecido mucho y ha tenido mucha aceptación”, reconoce Rafa Ferrer, CEO de la compañía.

El 90 % de la difusión que hacen es a través de internet, sobre todo en Facebook y Google, ya que se dirigen principalmente a los hijos de las personas mayores, que son los que suelen hacer la compra, aunque luego los ancianos sean los que porten el producto y se acostumbren a llevarlo y manejarlo, ya que también dispone de un botón SOS que les permite hablar con sus familiares. “Estamos muy contentos con la aceptación, en el caso de las personas mayores ‘conscientes’ nos alegra escuchar comentarios de que se sienten más seguros sabiendo que si les pasa algo pueden contactar con su familia”, asegura Ferrer.

Entre recursos propios, financiación privada, pública y reinversión de ingresos, a día de hoy Neki ha requerido una inversión de unos 280.000 euros para llegar al posicionamiento como líderes en el mercado que, según Ferrer, tienen ahora. actualmente. De hecho, llevan tres años consecutivos duplicando facturación y ya son más de 2.000 familias que han usado su tecnología. Y aunque actualmente la empresa la componen seis personas y el negocio está muy centrado en España, en los próximos meses tienen previsto empezar la internacionalización hacia Europa.

Sensovida. Teleasistencia con servicios avanzados

“Si le preguntas a los mayores, 9 de cada 10 prefieren vivir en su casa; sin embargo, la tecnología asistencial no ha variado en 30 años. Es por esto que montamos Sensovida”, expone Fidel de la Hoya, director de esta empresa que presta asistencia a los seniors. Con todo, se alegra de que el reciente cambio en la normativa de teleasistencia dé un mejor encaje a soluciones como las que él propone, “ofreciendo servicios avanzados por mucho menos coste”, y aliviando la tensión producida en el sistema.

Una de las grandes ventajas de su herramienta es que es pasiva, no necesita de interacción para funcionar, y es capaz de detectar los riesgos de forma automática: “El diseño del producto siempre tuvo en cuenta quiénes eran los potenciales usuarios finales”, reconoce. Algo que también tuvo una dificultad inicial, ya que intentaron vender su solución directamente al cliente final, con lo problemático que resultaba llegar a cada uno de ellos. Así que optaron por aliarse con una empresa líder en teleasistencia, pudiendo utilizar sus canales de venta. “Además, el cambio en la normativa va a posibilitar que nuestra tecnología avanzada pueda ser utilizada en concursos públicos, lo que nos ayudaría a llegar a muchos miles de usuarios de forma más rápida”, alude De la Hoya.

Tras un proceso arduo de búsqueda de financiación, de momento han conseguido atraer 700.000 euros entre inversores privados y públicos, además de contar con financiación bancaria y subvenciones públicas. “Ahora mismo estamos inmersos en una ronda de financiación para potenciar nuestro departamento comercial, tanto dentro como fuera de España”, alude De la Hoya, lo que les ha permitido pasar de unas pocas decenas de clientes en el primer año a más de 400 en la actualidad y lanzar una nueva línea de negocio, la residencial.

Biel Consulting. Consultora tecnológica para los mayores

“Ofrecemos consultoría estratégica que facilita la innovación para un mejor envejecimiento”. Así define Stephan Biel el leitmotiv de su compañía, enfocado a un público, el de la tercera edad, para el que a su entender no se están ofreciendo los productos y servicios adecuados: “Entre los 60 y los 90 años una nueva fase de la vida activa comienza a surgir, para lo que no hay conceptos actuales”, observa.

Su negocio está orientado a cubrir esta carencia con herramientas tecnológicas como MAX, que permite sentir en la propia piel y percibir el mundo de las personas mayores, con el objetivo de poder probar y validar los productos para ofrecer a ese público adulto los artículos que mejor encajen con sus necesidades. “Ya se nota que las empresas que se dirigen a este sector de la llamada silver economy, tienen que adaptar sus compañías hacia ellos; sino lo hacen, el cliente no viene, solo viene si tienen una necesidad. Y la innovación es un elemento clave para el negocio”, afirma Biel.

Biel, con más de 28 años en el ramo gerontológico, afirma que el sector senior es realmente rentable, dadas las grandes posibilidades de ofrecer variedad de servicios: ocio, turismo, servicios sociales, sanidad, entornos amigables… Por eso, y aunque la parte tecnológica en cualquier compañía requiere una gran inversión, considera que “hay pastel para todos”. Y pone el acento, siempre, en el consumidor final: “Hay que desterrar el estereotipo de la tercera edad. La palabra hoy en día es ‘persona mayor’; una persona activa con necesidades y deseos específico, como todos”.

Fuente: Revista Emprendedores