Los primeros números que tengo que saber para emprender

Se ha escrito mucho, y se seguirá escribiendo sobre las diferentes posibilidades de financiación ajena. Pública o privada, tradicional bancaria, crowdfunding, business angels, subvenciones, capital riesgo, aceleradoras… el sistema está cambiando y el camino de la transacción entre excedentarios de capital y los que necesitan dinero para llevar a cabo sus proyectos se está reduciendo hasta ver que si un proyecto y su emprendedor son viables y cumplen los requisitos se puede financiar “casi” sin problemas.

Pero en este post queremos dar algunas connotaciones de la estructura financiera que debe tener cualquier negocio o proyecto.

Cash Flow: En los últimos años este estado financiero ha cobrado la relevancia que siempre debería haber tenido. Los desfases entre cobros y pagos, los periodos de producción, comercialización, etc. han hecho del flujo de caja un hándicap a la hora de estudiar la solvencia de un proyecto. Por lo menos en la banca tradicional, donde su principal interés es asegurar el retorno de su inversión. Por ello, se ha convertido en obligatorio y merece la pena dedicarle más tiempo, si cabe, que a los balances de situación y las cuentas de resultados.

Periodificación de las necesidades de capital: Es tan fácil como tener en cuenta que las inversiones a largo plazo, deben estar financiadas con fondos propios o deudas a largo plazo en caso de necesitar financiación; y que los pagos a corto plazo, tienes que tener herramientas de disponibilidad a corto plazo. Muchos emprendedores en su deseo de no endeudarse o no pagar intereses han recurrido a su circulante y realizable a corto plazo para realizar inversiones cuya monetización no se va a producir a corto plazo, y se ha producido un estrangulamiento en su tesorería.

Fondo de maniobra: Relacionado con lo anterior. Siempre dependiendo del tipo de negocio, o mercado y del ciclo en el que se encuentre la empresa, se debe tratar que el fondo de maniobra sea positivo. Definido como el saldo positivo entre los cobros y realizables a corto plazo, y los pagos y exigibles a corto plazo. Este ratio nos servirá mucho para saber si la empresa puede tener problemas de caja a corto plazo.

Planificación y Estrategia: Una constante en nuestras indicaciones a nuestros clientes es la planificación, y saber ver una visión global de su empresa. Es necesario más que nunca congeniar las necesidades y expectativas de cada departamento para hacer una correcta planificación. La financiación, como instrumento que facilita todas esas inversiones y desviaciones debe ser una de las herramientas fundamentales en estos tiempos.

En próximos post podremos ver otras claves para elaborar poco a poco un cuadro de mando financiero que cualquier empresa, pyme o emprendedor pueda utilizar en su trabajo diario; porque dependiendo del tipo de proyecto, sus necesidades de capital, el prestigio de algunas financiaciones públicas o el know how añadido de las incubadoras; hace que cada proyecto deba acentuar ratios, datos o la información a facilitar y hacer relevante a la hora de presentar un proyecto.

Si te ha gustado ¡compártelo!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

No te pierdas nada sobre EmprendeRioja

Si quieres estar informado de todas nuestras novedades e iniciativas suscríbete a nuestra newsletter.