Qué régimen de IVA o IRPF me conviene más

Una de las grandes dudas a la que nos enfrentamos a la hora de crear un pequeño negocio, es cuando al darnos de alta en nuestra obligaciones con hacienda tenemos que decir por qué régimen vamos a calcular los impuestos que luego tendremos que pagar cada tres meses.

(Image by © Matthias)

Generalmente nos encontraremos ante la decisión de elegir entre el régimen de módulos o estimación directa.

El régimen de estimación objetiva del I.R.P.F. o régimen simplificado del I.V.A., sistema de tributación más comúnmente conocido como módulos, es aquel en el que sea cual sea nuestra cifra de ventas, o beneficios generados en cada ejercicio; va a suponer un ingreso a la Administración Tributaria pertinente independiente de tales cifras. Es decir, ganemos mucho o ganemos poco vamos a pagar lo mismo de impuestos, I.R.P.F. e I.V.A. (las cosas claras).

Cada año el Ministerio de Economía y Hacienda, publica por estas fechas la Orden Ministerial que regula dicho sistema de tributación para el año venidero. En ella se recogen las actividades incluidas en dicho régimen y los “módulos” y su precio que habrá que ingresar a las arcas del estado.

Muchas PYMES, pueden elegir por este sistema pero en muchas ocasiones no se atreven por el hecho de que no tienen una cifra de referencia en la que puedan ver o asegurar su conveniencia o no.

Pero es posible cuantificar el límite para la cifra de beneficio de la actividad o de las cuotas de IVA a ingresar, para el cual el régimen es mejor para la liquidez de la empresa.

En el caso del IVA, bastaría con dividir las cuotas que se deberían ingresar después de aplicar los módulos a nuestra actividad, entre el tipo impositivo correspondiente a nuestro negocio, de esta manera la cifra resultante indicaría que para un mayor volumen de actividad el régimen simplificado es más adecuado, y si pensamos que vamos a facturar menos, el régimen más ventajoso para nuestro negocio sería el régimen general.

De forma más sencilla, tras aplicar las mismas estimaciones a los módulos o índices correspondientes al I.R.P.F., nos daría el beneficio a partir del cual el régimen de estimación objetiva sería más adecuado que el método de estimación directa simplificada.

Para los asesores es fácil dar esta línea roja para poder decidir entre la conveniencia o no de cada régimen, pero lo realmente difícil es acertar en las estimaciones o previsiones que el emprendedor o empresario deberá realizar para el futuro de su negocio.

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